Inti Gas peleó contra Cristal y el árbitro y en el último minuto encontró justicia. 2-2 acabó el partido

Reza un adagio popular que la justicia tarda, pero llega. Hoy lo puede confirmar Inti Gas. Aunque la verdad, se quedó corto. El equipo del Peinadito Ospina merecía llevarse los tres puntos, pero al menos se quedó con uno, porque Cristal, tan mal jugó, que no merecía ninguno. Peor si ganaba, como estaba sucediendo casi hasta el final.

El 2-2 al menos le arrancó una sonrisa a la visita, que no sólo tuvo que luchar contra los celestes sino también contra los horrores arbitrales.

El elenco visitante comenzó dándole un baile a los rimenses y no fue de extrañar que apenas a los 11 minutos, el colombiano Ramírez enmudeciera el San Martín poniendo en ventaja a su escuadra. Luego, la injusticia hizo su aparición de la mano del juez Robert Rafael, quien no vio un penal de Villalta y minutos después anuló un gol a los ayacuchanos que bien pudo cambiar la historia. El Cristal estaba roto.

Sin embargo, el uruguayo Alejandro Gonzales a los 26' metió el frentazo y marcó la paridad.

Luego, a los 45', el Pincel Sheput volvió a dar muestras de su talento clavando un tiro libre en un ángulo y así calmó las aguas. Era la victoria transitoria y engañosa además de su equipo.

En el complemento no sé si el conformismo se apoderó de los celestes o fue que Cristal mostró su verdadero rostro, ese que descubrió Cienciano hace unas semanas y que ahora vuelve a aparecer. Los rimenses fueron dominados totalmente, sufriendo en cada ataque de la visita, pero no sería hasta el minuto final que la justicia llegó, tarde, pero al fin llegó. A los 46' Retamoso se elevó y conectó de cabeza el centro de Benavides.

El grito de gol se escuchó hasta Huanta. ¿Punto de oro? Para Inti Gas. Para el equipo de Oblitas es, en cambio, un regalo del cielo. No lo merecía.

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