Tantos goles son razón más que suficiente para que el hincha de Cristal renueve su idilio con sus colores. Para que vuelva a festejar, para que vuelva a soñar y para que vuelva a creer en que la historia puede ser mejor. El equipo lo entendió así, era cuestión de compromiso, de entrega y sacrificio para alegrar el corazón de ese fiel seguidor. Era el momento ideal, cuando las papas quemaban y el panorama asomaba gris.
Los cerveceros despertaron con un auspicioso 4-0 ante CNI ayer en el San Martín.
El plantenamiento charapa era claro, replegarse al fondo y esperar el contragolpe con Celis y Kukín, regalándole el balón al equipo de Oblitas. Sin embargo los errores del elenco oriental le jugaron en contra, y así apenas a los 11' un centro de Yotum es conectado en contra por Ramos marcando el autogol y trayendo a tierra las aspiraciones de Chalaca Gonzales.
Amilton Prado agravaría la crisis del equipo verde cuando a los 20' sacó provecho de un rebote del golero Hernández y le bombea el balón haciendo inútil su esfuerzo, desatando así el delirio del Extremo Celeste.
En el complemento el poderío rimense se asentó, puso el pie en el acelerador y desnudaron las innumerables falencias orientales. A los 18' Yotum una vez más llega al fondo y saca el centro venenoso que conecta en solitario Maestri, renovando sus votos con la hinchada bajopontina que parece haberlo perdonado al fin. La cereza de la torta la puso Aliberti a los 23' con remate de lejos. Su festejo alocado en la malla, gritando junto a los hinchas, dice que Cristal está vivo y con ganas de festejar, y que alcanzar al menos un cupo para la Copa Sudamericana es posible.
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